
Modo de producción artesanal vía http://freeimages.com
Pero para poder comerciar hacen falta mercancías. Así pues, vamos a examinar los modos de producción de bienes que se empleaban durante la Edad Media para poder comparar con los que se desarrollarán durante la Edad Moderna y que desembocarán en la aparición de la industria en el siglo XVIII.
Índice del artículo
Bienes que se comerciaban durante la Edad Media
Queda claro que por las redes comerciales sólo podían circular objetos fácilmente transportables y de alto valor. Pocos productos agrarios cumplían estos requisitos. Probablemente, vino o cerveza; quizás alguna fruta o producto en conserva considerado de lujo.
Se sabe con seguridad que ciertos productos del lejano oriente, dirigidos al mercado de ultra-lujo (especias y sedas provenentes de la ruta de la seda), circularon por las rutas comerciales europeas alcanzando precios astronómicos. No obstante, la demanda creciente de productos de lujo estimuló la producción regional de artesanía, dirigida más al comercio con otras regiones que al consumo de las élites locales.
Por ello, lo que vamos a estudiar ahora es el modo de producción artesal durante la Edad Media. Queremos saber cómo se elaboraban esos productos que circulaban de feria en feria pero que no provenían del lejano oriente.
Modo de producción artesanal
Entendemos por artesanos a aquellas personas que, haciendo uso de habilidades y herramientas más o menos especializadas, transforman materias primas en productos acabados. Este proceso productivo tiene lugar en un “taller”, que puede ser una instalación específica o la propia casa del artesano.
El artesano es propietario del taller y de las herramientas. Normalmente adquiere las materias primas para realizar su labor y participa en todas las fases del proceso productivo: diseño, elaboración y venta.
Artesanos de baja especialización
Durante la Edad Media, como podemos imaginar, habían muchos tipos de artesanos. Así, en las aldeas más recónditas, donde habitaban los siervos de la gleba, habían artesanos de muy baja especialización, de condición servil probablemente, que compartían sus labores con los quehaceres del campo. Evidentemente ejercían en sus casas y su producción estaba dirigida al autoconsumo o al trueque en el seno del típico feudo autárquico medieval.
Si el artesano ejercía en una villa de más importancia, probablemente fuera un hombre libre y poseyera una especialización más elevada. Su producción continuaba orientada hacia el campo circundante. Lógicamente, un mercado mayor implica un taller de cierto tamaño y la posibilidad de tomar aprendices.
Artesanos de alta especialización
Pero la parte más interesante la tenemos en los burgos. A mayor tamaño de población, mayor mercado y mayor especialización podían conseguir los artesanos. En los burgos el trabajo artesanal quedó encuadrado en el sistema gremial del que ya hemos hablado.
En los gremios, instituciones feudales donde las haya, se agrupaban los artesanos del mismo oficio, y dentro de ellos se organizaban por escalas profesionales: maestros, oficiales y aprendices. Esta estructura favorecía la división del trabajo.
El taller y los medios de producción eran propiedad del Maestro. Aprendices y oficiales prestaban servicios en régimen de trabajo asalariado. Sin embargo, el funcionamiento del taller, el suministro de materiales y la política de fijación de precios corrían a cargo del gremio.
Aquí se observan ciertos rasgos pre-capitalistas como el trabajo asalariado y la propiedad privada de los medios de producción. No obstante, el Maestro no era libre de elegir qué, cuánto y cómo se producía o el precio de los bienes. Todo eso quedaba en manos del gremio.
Lógicamente el nivel de especialización de estos artesanos era muy elevado, se dirigían a mercados más amplios y los productos de lujo o de alto valor producidos eran los que se movían en los circuitos comerciales exportadores.
¿Producción en serie en la Baja Edad Media?
Sería un error pensar que el modo artesanal era la única forma conocida de organización de la producción.
Siento no poder dar la referencia, pero creo que en Cartago se producían galeras de un modo que recuerda a la fabricación en serie. No obstante, está muy bien documentado la estructura y funcionamiento del Arsenal de Venecia. Se cuenta que el Arsenal producía un barco al día. En otros lugares, la construcción de unidades similares se demoraba durante meses.
Esto era posible gracias a varios elementos:
- Concentración de trabajadores en una sola instalación. Durante su apogeo, se estima que empleaba hasta 16.000 personas.
- Aplicación de la innovación al sistema productivo. Los gremios no estaban por la labor de innovar en sus talleres. En cambio, el Arsenal instaló una línea móvil de ensamblaje mediante un canal por el que se movían las galeras en construcción a las áreas especializadas donde esperaban los materiales de construcción, piezas estandarizadas y maquinaria específica.
- La división del trabajo y la especialización de los trabajadores hasta unos límites imposibles de alcanzar para el sistema gremial.
- Financiación y apoyo del Estado (la Serenísima República de Venecia, en este caso) que adquiría toda la producción de galeras de guerra.
Este modo de funcionar se implantó en una época tan temprana como el año 1.320. Y no hubo en el mundo un complejo industrial similar hasta la Revolución Industrial, o incluso hasta el siglo XX si tenemos en cuenta que contaba con una cadena de montaje.
El porqué no se extendió esta industria es fácil de comprender. En pocos lugares se daban las condiciones de Venecia. Por ello, la producción en serie durante la Edad Media fue una absoluta excepción que no pudo superar la oposición de los gremios.
El motor del cambio
Sabemos que el mundo feudal era de naturaleza rural y autosuficiente. No obstante, los estamentos privilegiados a lo largo de todo el continente demandaban bienes de lujo. Esto configuró un mercado para productos de alto valor que los comerciantes de espíritu aventurero se aprestaron a satisfacer.
El mercader medieval, en origen, fue una profesión de carácter ambulante que recorría los caminos de Europa. Con el tiempo, se volvieron sedentarios gracias a innovaciones como los depósitos bancarios, las letras de cambio y los agentes comerciales. De este modo quedaron configurados como una lucrativa profesión de carácter urbano.
De este modo, en las ciudades situadas en los nodos de las redes comerciales, se configuró un patriciado urbano cuya riqueza asociada al comercio no paraba de crecer. Era cuestión de tiempo que estos comerciantes accediesen al estamento nobiliario y a tomar el control del Estado. El caso paradigmático está en las repúblicas comerciales italianas: Pisa, Venecia, Génova y Amalfi.
Para lograr la prosperidad y que la riqueza continuase fluyendo, las ciudades comerciales necesitaban, a diferencia de los feudos rurales, abrirse y conectarse con otros lugares lejanos. Así, las demandas de los comerciantes al poder político siempre iban en el mismo sentido: reducir aranceles, libertad de paso y homogeneización de las leyes y la Justicia.
Estas demandas modificaron o crearon nuevas instituciones políticas como la Liga Hanseática o el Consulado del Mar.
Las ciudades que se abrieron al comercio prosperaron. Y de paso, sus gobernantes ganaron peso e influencia frente al poder que emanaba de los feudos rurales. En muchos lugares comenzó a gestarse una alianza entre las clases urbanas y el poder político, encarnado en los monarcas, en contra de la nobleza rural.
Por tanto, en mi opinión, el incremento de la actividad comercial puso en marcha acontecimientos que desembocarían en el final del sistema feudal durante la Edad Moderna. Estos acontecimientos fueron, entre otros:
- La economía financiera, que redujo la vinculación entre la riqueza y la posesión de la tierra.
- Las monarquías absolutas que acabaron con la nobleza feudal.
- El desarrollo de nuevos medios de producción más eficientes que el artesanal.
El catalizador del cambio
Como dije antes, el motor del cambio que hizo evolucionar el mundo feudal fue el comercio. Pero antes de continuar tengamos en cuenta un hecho: el feudalismo medieval fue un sistema que perduró por 1.000 años aproximadamente. En cambio, la Edad Moderna se extendió tan sólo a lo largo de 300 años.
Quizás hubo un elemento que ejerció de catalizador en este proceso histórico. En mi opinión este elemento fue el flujo de metales preciosos (plata mayormente) que entró en Europa a través de la Monarquía española y que produjo un elemento desconocido hasta entonces: la inflación.
En el siguiente artículo de la serie nos adentraremos en los cambios ocurridos en el modelo productivo debido a todos estos factores.
aprender es importante
quien se une porque si no lo hecen se supondria que no les intereza el estudio
Cierto.